Nadie puede hacerte víctima...

 


    Hace más de seis años estaba tomando unas clases de organización neurológica funcional y comenzó un proceso interior de reconocer que había permitido que me victimizaran y lo absurdo era que mientras más víctima yo me sentía peor era el trato que recibía y el resultado de las situaciones que surgían era malo para mi, me llevaba la  peor parte. Y así las cosas, me sentía más víctima aun, más triste, más sufrida. En un post anterior publiqué un pensamiento de Arnau de Tera que dice que el sufrimiento es opcional. Y ciertamente sí lo es, en tiempos recientes he visto como personas a quienes amo con todo mi corazón se victimizan haciendo del sufrimiento un estilo de vida. A veces esto responde a un deseo de atención y reconocimiento mal enfocado.  Eleanor Roosevelt dijo en una ocasión:"Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento". Y lo mismo se aplica al rol de víctima que asumimos en determinados momento de la vida. Nadie puede victimizarte si tú no lo permites. Cuando nos entronizamos en el papel de víctima, esto no nos permite tomar decisiones que resuelvan la situación, no te empoderas tomando control de tu bienestar  y tu vida y poder reconocer y romper con patrones que nos hunden cada vez más en el sufrimiento y el sentimiento de indefensión y codependencia de que otro nos resuelva la vida porque estoy llorando llena de dolor, o por culpa de tu actitud o acciones no soy feliz porque estoy sufriendo demasiado, porque soy la víctima. La felicidad personal no depende de otros, sino que es un trabajo interior que se hace cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Muchas veces nos sumimos en el papel de víctimas para no soltar y dejar ir personas, situaciones o patrones de conducta que muy en nuestro interior sabemos que nos perjudican. Nos detiene el miedo, el miedo a la soledad, el miedo al rechazo, el miedo a vivir la vida que verdaderamente nos merecemos, el miedo a no saber que hacer si pongo fin a esta situación o relación. Y nos perpetuamos en el sufrimiento y nos regodeamos en el papel de víctima. Y sin darnos cuenta vamos alejando a las personas que verdaderamente le importamos porque se cansan de ver como te consumes en tu rol de víctima eterna. Para romper con el papel de víctima no hay una receta o pasos específicos a seguir. Lo que si te puedo decir es que cuando reconoces que has asumido el papel  de víctima en tu vida y quieres romper con este patrón: lo primero es aceptar que no lo eres y no quieres sentirte víctima, que eres valiosa (o) como ser humano y lo más difícil: comenzar a soltar y dejar ir e identificar que tengo que cambiar en mi para romper con este patrón de víctima. A través de la experiencia de mi vida, de mi verdad, te puedo decir que no es fácil, que va a haber dolor, va haber pérdidas y costos a nivel personal que pueden ser muy altos. En mi caso deje ir amistades, examiné que patrones en mi conducta tenía que cambiar, deje ir familiares tan cercanos como hermanas, a mi madre, porque ciertamente no quería ser más víctima ni ser la víctima eterna, quería romper con eso y no podía permitir que respondiendo a viejos patrones de conducta me victimizara nuevamente y volviera al ciclo de sentirme  y permitirme ser la víctima. ¿Que si lloré?, si y mucho, ¿qué si sufrí?, si y mucho, ¿que cómo me siento hoy? Más tranquila, más en paz, más empoderada de quien verdaderamente soy y más segura de mí misma. Ciertamente sigo trabajando conmigo todavía, me quedan aspectos por superar, pero hoy me siento más feliz y sé que soy valiosa y que debo ser tratada con el mismo amor y respeto con el que trato a los demás. Y cuando no es así, simplemente me retiro, suelto y dejo ir a la persona o la situación, sin juicios, pero con la fuerza y certeza de que no soy víctima y que mi valor no depende de los que otros crean o piensen, mi valor me lo doy yo y nadie más.

PD: Esto no aplica a personas que se encuentran en ciclos de violencia física y emocional donde su vida corre peligro.

Comentarios

Entradas populares