Salirse de la caja... salirse de lo esperado... Es evolución, es crecimiento, es cambio... es sanar!

 Hace un par de meses tuve una experiencia que me hizo reflexionar. Se celebra en mi país, el Día de Acción de Gracias. Por tradición en mi hogar nunca he hecho pavo para ese día por que creo que dar gracias es de todos los días, y ciertamente me asombra y entristece como se le ha dado la vuelta a esta celebración, el consumerismo se ha convertido en el protagonista no solo de este día sino de la Navidad tambien. Ver como las personas pierden la calma porque no consiguieron el mejor pavo o pierden la paz por no conseguir el mejor regalo y se olvidan del verdadero propósito que es compartir en familia, encontrarse con amigos, vivir momentos inolvidables, simplemente agradecer. Entender que muchas veces los mejores y genuinos instantes se viven en la sencillez, son esas acciones, gestos, que ningún dinero puede comprar. 

Bueno retomando el tema, como quiera siempre lo celebramos y damos gracias por las bendiciones recibidas durante todo el año. El día antes de la celebración mi hija se encuentra en su trabajo, y en el compartir con sus compañeros de trabajo, le preguntan que si en su casa se iba a hacer pavo y ella responde que no, que en su casa la "tradición" no es hacer pavo, y que su mamá (yo), podría preparar una pasta (fettuchini me encantan), o tostadas mexicanas, una lasagña o chalupas o cualquier otra cosa, menos pavo. Las reacciones fueron inesperadas, alguien le pregunto si eramos de alguna religión que no celebraba este día, pero la que más me llamo la atención fue la de un joven que le preguntó que si eramos ateos.  Y fue sorprendente porque ella no expresó que no celebrábamos este día, sino que lo hacíamos preparando entre otras cosas una comida diferente. Pero esto me hizo pensar y reflexionar sobre lo siguiente:

Que el salirse de la caja, de lo esperado cuesta porque puede traer juicio, asombro y hasta rechazo de personas a tu alrededor que no entienden tu proceso, que muchas veces porque no lo entienden no lo respetan y quieren llevarte por donde ellos creen que es mejor para ti. Esto trae como consecuencia alejamientos, rompimientos que son dolorosos y a veces hasta malos entendidos. Y ciertamente en mi verdad, en mi historia de vida es un precio que he pagado y  ha sido doloroso, pero doy gracias porque hoy tengo paz, soy una mujer más empoderada de mi misma, cada vez más consciente de lo valiosa que soy, que soy merecedora de todo lo bueno y maravilloso que el universo tiene para mi, que soy más valiente, más emprendedora porque dejé de escuchar a los demás para escucharme a mi misma, y esto me ayudó a salirme de la caja, a no hacer siempre lo que se espera de mi porque no necesariamente es lo mejor o lo más sano para mi o es lo que me hace feliz. Y eso es evolución, es crecimiento, es aprendizaje, es cambiar para sanar y ser la mejor versión de ti.

Soy una persona que ha vivido probablemente más de la mitad de su vida terrenal, pero cuando miró hacia atrás, me doy cuenta que cada experiencia fue valiosa porque me trajo algo que aprender, algo que cambiar para ser feliz, para amarme y entender que solo cuando estoy bien, soy feliz y estoy sana es cuando puedo ayudar a otros, porque no puedo dar lo que no tengo a otros, porque no puedo dar a otros lo que no me doy a mi misma. Que no puedo querer a otros más de lo que me quiero a mi y esto no es egoísmo, eso es amarme, conocerme, respetarme, valorarme, validarme. Y hoy es un nuevo comienzo, una nueva vida, extiendo mis alas y vuelo confiada, disfrutando el camino, sin expectativas, pero sabiendo que lo que venga es bueno para mi. Y finalmente, todas estas experiencias vividas me han servido para aprender a soltar y desapegarme de lo que no suma en positivo a mi vida y atraer lo que quiero para mi vida y vivir la vida que quiero vivir.


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